Medellín Marzo 3, 2017
MANIFIESTO RED DE HUERTEROS MEDELLÍN
Sembrando mundos soberanos y solidarios
La palabra revolutio en latín significa “una vuelta”, de ahí viene la palabra revolución. Wikipedia define revolución como: cambio social fundamental en una estructura de poder o modelo de organización. Queremos invitarlos a dar “una vuelta” por el barrio, caminando o en bici, por los parques, los antejardines y las huertas urbanas de nuestras ciudades.
¡Sí, huertas urbanas! Mientras conversamos recordamos que existe un mundo, el nuestro. Ni la ciencia, ni la tecnología, ni los políticos han protegido esta vida preciosa que sustenta nuestro planeta. Todo lo que suceda dependerá de nosotros.
Hoy nos preguntamos cómo heredamos un mundo de abundancia, donde la agricultura y las civilizaciones florecieron durante miles de años y ahora por nuestro descuido y ambición lo ponemos en riesgo. A esta pregunta queremos acercarnos con otras preguntas, con reflexiones propositivas, con las manos en la tierra, sembrando relaciones, plantas, ideas, revisando lo que nos han enseñado hasta ahora; descifrando por qué valoramos el empaque sobre el producto, lo urbano sobre lo rural, lo individual sobre lo comunitario, el desarrollo y el progreso sobre la felicidad.
La Red de Huerteros de Medellín (RHM) manifiesta:
La Tierra es un organismo vivo
Entendemos el planeta Tierra como un organismo vivo que se regula a sí mismo, con pulso y memoria, respiración y energía, del cual todos hacemos parte, articulados por una cadena viva, un tejido en red en el que todo lo que hagamos, bueno o malo, nos lo hacemos a nosotros mismos.
La autonomía alimentaria
Entendemos la importancia del derecho de los pueblos a definir sus políticas agrícolas y de alimentos, para proteger y regular su producción, otorgando prioridad a la estrategia agroecológica y al consumo doméstico y local. Así como el derecho al buen vivir de los agricultores y productores, garantizando el acceso y uso a la tierra, con el fin de cuestionarnos sobre cómo ejercer el derecho a la Soberanía Alimentaria.
La alimentación es un acto político
Consideramos la alimentación como un acto político, cuando hacemos consciente el proceso de producción de los alimentos que consumimos, su procedencia, las condiciones laborales de las personas que los producen, las distancias y formas de transporte, al igual que las posibles afecciones que puedan poner en riesgo nuestra salud y la del medio ambiente.
La agricultura urbana es un movimiento incluyente, diverso y autónomo
La agricultura urbana es una práctica incluyente, promotora de la diversidad cultural y referente de encuentro comunitario para personas de cualquier edad, grupo, comunidad o institución, que promueve la creación y consolidación de espacios autónomos.
La agroecología urbana como práctica en la huerta y movimiento social
Utilizamos prácticas agroecológicas que propician interacciones y sinergias entre componentes biológicos de la huerta, para mejorar el reciclaje de nutrientes, el control biológico y las condiciones del suelo, promoviendo una huerta diversa y el uso apropiado de tecnologías. La agroecología nos brinda elementos para consolidar un movimiento social que genere una reflexión crítica del sistema que nos alimenta y de las relaciones campo ciudad.
La siembra de semillas libres
Propiciamos la siembra e intercambio de semillas libres, nativas y criollas, provenientes de redes de guardianes o custodios.
La diversidad en la mesa es la diversidad en la huerta
Propiciamos la recuperación de la riqueza culinaria y la diversificación de cultivos. En este sentido motivamos la realización de encuentros para preparar y compartir alimentos en familia y entre amigos, al interior de las casas y en espacios públicos. La industrialización agrícola ha limitado la variedad de alimentos a los que son rentables económicamente y se adaptan a la vida moderna, llevando a la pérdida de una gran variedad de productos que antes se consumían y hoy desconocemos.
La siembra de huertos agrobiodiversos conecta territorios
Diseñamos y sembramos huertos con diversidad de plantas, no solo por su función como alimento, sino con el interés de favorecer diferentes funciones ecológicas, sociales y paisajísticas, como una estrategia para hacer conciencia de la conectividad entre naturaleza y personas a través de una red de corredores socioecológicos que permitan a las comunidades la apropiación y disfrute de sus territorios.
La creatividad es nuestra mejor herramienta
La creatividad nos genera confianza en nosotros mismos, capacidad intuitiva, imaginación, entusiasmo y curiosidad intelectual; es la principal herramienta de un huertero. Nos permite explorar y experimentar desde los sentidos nuevas relaciones con la naturaleza. Así como optimizar los recursos existentes como aguas lluvias, residuos orgánicos o material reciclado para adaptarlos a las características y necesidades de los espacios y personas.
La huerta como comunidad de aprendizaje
Asumimos la agricultura urbana como herramienta de aprendizaje y espacio de participación libre, en donde las múltiples experiencias que tienen lugar en el huerto se integran para generar nuevos conocimientos.
El trabajo colaborativo por los bienes comunes
Propiciamos el trabajo colaborativo, las relaciones de confianza y la participación en actividades entre personas, organizaciones de base o instituciones que estén dispuestas a producir y poner a circular conocimientos, experiencias y recursos con los mismos principios que promovemos, por eso nos configuramos como un conjunto de iniciativas y voluntades que se articulan bajo la visión del procomún.
Medellín territorio huertero
Cualquier espacio público, privado o comunitario que pueda contener tierra, acceso a luz y agua tiene grandes posibilidades de ser utilizado para la siembra y el encuentro. Proyectamos Medellín como un gran huerto para ser sembrado de hortalizas, aromáticas, plantas medicinales y ornamentales, relaciones, afectos y sueños.
La conexión solidaria urbano rural
Entendemos que es fundamental integrar lo urbano y lo rural, y trascender la lógica del mercado actual que beneficia las grandes empresas de alimentos. Propiciamos la conexión con mercados locales, economías solidarias y redes de campesinos cercanas a la ciudad.
Las prácticas de consumo consciente
El modelo actual de consumo nos induce a comprar sin considerar las implicaciones de lo que se adquiere. Proponemos que en el momento de hacer una compra nos planteemos preguntas como: ¿es realmente necesario? ¿cuántos residuos se han producido para realizarlo y cuántos quedarán en el ambiente cuando termine su vida útil? ¿quien lo elaboró lo hizo bajo condiciones laborales dignas? ¿cuántos kilómetros recorrió para llegar donde está? Consideramos además que hay alternativas de acceder a los productos que no involucran necesariamente el dinero, como el intercambio, el préstamo y la donación.
El aprovechamiento de residuos orgánicos
Propiciamos un manejo adecuado de los residuos sólidos orgánicos de los hogares (cocina y mascotas) y del mantenimiento de los jardines (poda y hojarasca), para emplearlos en la huerta y otros espacios que lo requieran, permitiendo su completo aprovechamiento para la regeneración de suelos y la disminución del impacto ambiental que genera su disposición innecesaria y perjudicial en el relleno sanitario.
En bici por los huertos y la ciudad
Propiciamos el uso de la bicicleta para favorecer la movilidad en la ciudad, como un medio de transporte que permite recorrer y contemplar los cambios que las huertas traen a la ciudad y convocar encuentros para cocinar (cocicleta), sembrar (agrocleta) y conocer el territorio (ciclo-tour huertero), además de generar beneficios para la salud y el ambiente.
Los datos abiertos y el conocimiento libre
Promovemos el uso de datos abiertos, el software y el conocimiento libre y sin barreras como forma de transformar la cultura, de crecer como sociedad y rescatar valores comunitarios desde el compartir y el hacer colectivo.
Los retos Planetarios
Propiciamos la reflexión en múltiples espacios sobre grandes retos del planeta: agua, tierra, alimentos, biodiversidad y cambio climático.
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Este Manifiesto es la recopilación de experiencias, opiniones y visiones compartidas durante diferentes encuentros, no es un texto definitivo, busca ser motivo de inspiración para reflexionar y generar prácticas alrededor de la agricultura urbana y el cuidado de la vida. Invitamos a quienes compartan su sentido a difundirlo.